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Las Tunas.- En los últimos meses, las autoridades políticas y de Gobierno lideran aquí un esfuerzo nacional por afrontar problemas acumulados por años en varios barrios y comunidades del territorio. El propósito, loable en su esencia, apuesta por separarse del estilo asistencialista de otras etapas, y dar soluciones desde el protagonismo de los habitantes, con la presencia de las instituciones, entidades y organizaciones. La participación popular es, a todas luces, la clave del éxito.

MANOS A LA OBRA

Sucesivas evaluaciones oficiales identificaron hasta ahora un total de 60 barrios y/o comunidades de los ocho municipios en situación de vulnerabilidad; ya bien por las realidades sociales, las condiciones o escenarios materiales en los que se desenvuelven. Tras valiosos intercambios entre vecinos y diferentes actores políticos y de Gobierno, todos los organismos del territorio se incorporaron a la atención a estos barrios.

Las asambleas municipales del Poder Popular de Las Tunas, Jesús Menéndez, Majibacoa y Colombia dieron luz verde a un grupo de acciones que solucionaron dilemas añejos como la eliminación de pisos de tierra de viviendas, legalización de hogares, extensión de ayuda a personas y familias de bajos ingresos; mejoramiento de aceras y viales, reparación del alumbrado público y la instalación de servicios de telefonía fija.

“Nada de lo que se proponga puede hacerse sin consultar con los residentes”, insistía hace poco Manuel Pérez Gallego, primer secretario del Partido en la provincia, durante una de las primeras evaluaciones de la estrategia. Tras esos intercambios, recalcó, deben trazarse las prioridades, que puedan luego incluirse en los presupuestos locales; siempre desde lo que sea factible hacer en cada momento. “Esto, dijo, debe convertirse en un sistema de trabajo”.

De hecho, una de las propuestas de acción inmediata indicadas desde el Gobierno Provincial es concluir con mayor precisión el diagnóstico y la identificación de los problemas existentes, especialmente en los municipios de Manatí, Puerto Padre, Jobabo y Amancio, pendientes aún de acreditar este proceso por las respectivas asambleas municipales.

El rostro visible de este empeño en el municipio de Las Tunas es lo hecho en zonas como el barrio Sosa Oeste y el conocido popularmente como el "México"; o los planes de mejoras en Indaya.

No es un quehacer sencillo, admitió Elder de la Cruz Rodríguez, delegado de la Circunscripción 147, del Consejo Popular número 15. En el Sosa Oeste, explicó, uno de los conflictos más álgidos tiene que ver con la existencia de viviendas en sitios peligrosos o sin la debida homologación por las entidades regulatorias. Solo allí detectaron más de 200 moradas ilegales, con las cuales, aseguró, se hacen gestiones para reubicar o legalizarlas.

“También trabajamos de conjunto con la Empresa Eléctrica, para ver dónde se pueden poner postes para electrificar estas casas. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado es otra de las que se vinculan con la reorganización”, precisó.

Tras las primeras semanas de labor en el "México", como directivo de uno de los organismos a los que se les han encargado tareas, Nílser Piñeda Cruz, director provincial de Educación, opinó que es preciso involucrar más a los residentes en las labores constructivas. Igualmente, desde lo vivido allí, el ingeniero Pablo Paneque Almaguer, titular de la Empresa de Mantenimiento y Construcción, estimó que “la realidad demostró que a menudo lo que hacemos sobrepasa los límites de la circunscripción para la que fue inicialmente concebido”.

Juana Yamilka Viñals, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, insistió en que tampoco puede pasarse por alto la urgente visión integral de cada paso; de manera que los trabajos no terminen confrontándose unos con otros.

PRECARIEDAD BAJO ESTUDIO

El Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su informe sobre Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM) ubicaron a Las Tunas en el lugar 12 entre sus similares del resto de la nación.

Los expertos dijeron que, si bien el territorio tiene indicadores de acceso a servicios básicos de salud y educación comparables a otras zonas del país, no ocurre igual con la actividad económica. La producción industrial tunera, ejemplificaron, que en 1989 era el 3,2 por ciento de ese sector a nivel nacional, en el 2010 resultaba apenas el 1,8.

Paralelamente, desde el ahora Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, señalaron a esa depresión de la actividad industrial como uno de los determinantes para que un número de instalaciones construidas en la cabecera territorial derivaran en viviendas. El resultado, alertaron, ha sido el surgimiento de barrios en zonas industriales como Sandino, GECA, el Palacio de Pioneros o La Fabela.

Ese mismo sondeo y otros, realizados a instancias del Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano de la ciudad de Las Tunas, colocaron en 12 la cantidad de barrios precarios y en dos los focos en similar condición. Allí viven un estimado preliminar de más de siete mil personas en más de dos mil 400 viviendas, de las cuales el 49 por ciento está en regular estado. Varios de estos, como Sosa Oeste, Los Galanos o Indaya, son algunos en los cuales se prevén ahora acciones de mejoramiento y eventual urbanización.

Sin embargo, que figuren por igual en los registros de los expertos de Urbanismo como zonas cuyo crecimiento y conformación deben ser evaluadas y, al mismo tiempo, en los planes gubernamentales de mejoras allí, no es garantía suficiente para que esas indicaciones sean tenidas en cuenta por los decisores; principalmente, porque todavía los especialistas no concluyeron sobre el terreno las conciliaciones de sus estimaciones iniciales.

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FORMAR PARTE, MUCHO MÁS QUE ESTAR

En uno de los recientes encuentros de las autoridades con los habitantes de su comunidad, destacaba un vecino que, con vehemencia, exigía soluciones concretas para “cambiar todo lo que debe ser cambiado”. Eso, hasta que se supo que estaba desempleado desde hacía dos años y admitió no tener intenciones de buscar trabajo estable. Son dilemas de estos barrios cuyos condicionantes materiales son atravesadas por dinámicas sociales en las que la inoperancia y la permisibilidad han ganado demasiado terreno.

En visita reciente a Las Tunas, Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, recordaba que el trabajo social no es cosa nueva en la Revolución; y decía que el programa nacional para la atención a estos espacios parte de la visión que legó Fidel Castro.

La directiva insistía en la importancia de crear nuevos empleos, de vincular al estudio y/o al trabajo a los más jóvenes y en que los trabajadores sociales conozcan verdaderamente sus comunidades y hagan por ellas. Algunos son verdaderos entes de cambio, pero otros, raras veces desandan sus lugares. Insistió en los que nunca buscaron superarse profesionalmente a pesar de lo cambiante que resulta el entramado comunitario a cualquier nivel.

Entre los pasos certeros en ese sentido está la apertura en la Universidad de Las Tunas (ULT) del curso por encuentro de la modalidad de Técnico Superior en Trabajo Social, con una cifra de 176 plazas otorgadas directamente a quienes laboran en estos temas, a solicitud del citado Ministerio.

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 info inactivos LasTunas OKTRAS LAS PRIMERAS IMPRESIONES

Nada de lo que se haga puede ir en detrimento de la calidad de los servicios o la atención que merece la totalidad de los barrios y comunidades de nuestro territorio, alertó el primer secretario del Partido. Y es que la aparente revolución generada ahora, no puede quedar en papeles y aceras pintadas.

Entenderlo y, sobre todo, lograr una movilización desde dentro, parece ser el único camino del éxito. La mirada del Partido y el Gobierno está en el tema con sensibilidad y presteza, pero, si no asumimos el reto con igual visión, desde los organismos y los barrios, poco podremos hacer para avanzar juntos en este camino.

Habrá que atender las individualidades de frente, como si en cada caso nos fuera la vida; y también tener la lucidez para “arreglar de verdad”, sin que la pintura se caiga a los tres días o el bache, ahora cubierto, lastime a un niño dentro de cuatro años. Eso depende de un levantamiento honesto de los problemas, de un estudio en el terreno sin deslices y de una buena ejecución material.

Comentarios   

Diego Palacio.
# Diego Palacio. 09-11-2021 15:37
Excelente artículo, debo decir que yo resido en el reparto Casa Piedra y en ese barrio hay una calle que hace años no se hace nada por ella me refiero a : la calle Línea. Esta vía ya cuenta con acueducto y alcantarillado lo que necesita es que se le hagan arreglos, tales como aceras y asfalto. Como es una bajada le hace falta también que le hagan tragantes para que las aguas pluviales que desciendes por ella desde el aeropuerto y otros lugares lleguen hasta la zanja que hay al lado de la vía férrea. Esto es un viejísimo planteamiento en las rendiciones de cuentas de los residentes de esa calle..
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