Moscú.- La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, manifestó hoy que su país exige respuestas a Estados Unidos sobre sus acciones militares y biológicas en los países que antes fueron repúblicas soviéticas.
“Esperamos que proporcione no información general, sino explicaciones sustantivas sobre cuestiones específicas planteadas por la parte rusa en relación con las actividades biológicas militares estadounidenses en el espacio postsoviético”, declaró la funcionaria a la agencia de noticias TASS.
La representante de la Cancillería local subrayó el llamado de Moscú a Washington para que adopte un enfoque positivo responsable en el cumplimiento de la Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas (CABT) y la importancia de cooperar en el fortalecimiento de ese mecanismo.
Según Zajárova, es necesario revisar la posición “extremadamente ilógica de Estados Unidos” con respecto a los protocolos vinculantes desde el punto de vista legal de la CABT a través de un mecanismo de verificación efectivo.
El Ministerio de Defensa de Rusia pidió el pasado 27 de mayo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investigue las actividades de los laboratorios nigerianos financiados por Estados Unidos en las ciudades de Abuya, Zaria y Lagos.
El director de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, Ígor Kiríllov, pidió a ese organismo de Naciones Unidas que revise el trabajo de esos centros e informe a la comunidad internacional las conclusiones.
Subrayó que existe el precedente de numerosos casos de violaciones de los requisitos de bioseguridad por parte de Estados Unidos y el almacenamiento negligente de biomateriales patógenos, en referencia a acusaciones recientes sobre el uso de biolaboratorios en Ucrania para el desarrollo de armas químicas y biológicas.
El pasado 3 de mayo, el presidente del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrykin, informó que la financiación de los programas biológicos en Ucrania por parte de Estados Unidos superó los 224 millones de dólares desde 2005.
El alto funcionario apuntó que ese organismo investiga un caso criminal relacionado con el desarrollo de armas biológicas de destrucción masiva, financiado por el Departamento de Defensa estadounidense y otras organizaciones implicadas de ese país.
