Managua.- La Liga Primera de Nicaragua constituye una de las únicas cuatro competiciones nacionales de fútbol que aún se mantienen activas en todo el planeta a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus.
Además del torneo pinolero de primera división, Bielorrusia, Burundi y Tayikistán son los otros países en donde todavía el balón continúa en movimiento.
No obstante, en esta nación centroamericana los partidos se realizan a puertas cerradas desde que se detectara el primer caso de la Covid-19 a mediados de marzo, a la vez que se toman otras medidas preventivas para evitar algún posible contagio.
En medio de la atípica situación en que se desarrolla, el campeonato nicaragüense tiene un significado especial para Cuba, pues el central Sandro Cutiño milita en el Managua Fútbol Club, el primer y único exponente de la isla caribeña que ha llegado a esta lid.
Prensa Latina se interesó por la historia del talentoso jugador y para ello visitó el Estadio Nacional de Nicaragua, emplazado en esta capital, donde su club disputa los encuentros como local.
Al momento de la entrevista, la primera interrogante para Cutiño fue, precisamente, sobre el riesgo de mantener activo un deporte de tanto contacto como el fútbol ante la amenaza de una enfermedad altamente contagiosa.
"No es menos cierto que puede ser un riesgo, pero nosotros estuvimos de acuerdo (en seguir jugando), hasta ahora hemos tomado todas las medidas y gracias a Dios ningún futbolista se nos ha enfermado", explicó Cutiño.
Su respuesta evidenció el grado de compenetración que ha logrado crear tanto con su equipo como con un torneo en el que lleva apenas cuatro meses.
"Llego a acá por mis medios, como decimos nosotros en buen cubano, después las dos federaciones (Cuba y Nicaragua) se coordinaron y estuve de acuerdo con el contrato hecho a través del Inder (Instituto Cubano de Deportes)", reveló.
El espigado defensor de casi dos metros de altura y 25 años de edad, había llamado la atención del entrenador de los Leones Azules, Emilio Aburto, cuando debutó con el once antillano en los dos amistosos que disputó en esta capital en noviembre pasado.
"Lo vimos jugar con la selección cubana aquí cuando empataron y ganaron un partido hace unos meses, nos impresionó su juego, su altura, su fortaleza, tiene un pensamiento táctico bastante fuerte," destacó el técnico.
Para Sandro, quien en Cuba jugó primero con su natal Las Tunas y luego con Sancti Spirítus, adaptarse a otro fútbol en su primera incursión foránea ha representado todo un reto.
Ente las razones que diferencian a la liga nicaragüense de la cubana expuso que "aquí el juego se nos hace un poco más rápido, hay mayor calidad de los terrenos y no son los mismos planteamientos tácticos".
Sin embargo, tanto su entrenador como sus compañeros lo han hecho sentir como uno más de la familia que para ellos constituye el club capitalino, uno de los mejores de toda Nicaragua.
Así lo hizo saber el arquero Erling Méndez, uno de los más veteranos de la plantilla felina, cuando lo definió como "un muchacho trabajador, humilde, de buenas expectativas. Siempre le decimos que siga adelante, que tiene mucho futuro", comentó.
Asimismo, Cutiño integra el grupo de cincos extranjeros que militan en la franquicia, de la cual el brasileño Christiano Fernandes, es el capitán.
"Nos comunicamos bien con él y desde que llegó procuramos que se adaptara lo más rápido posible al grupo, además de ser un excelente jugador es también una excelente persona", aseguró.
Tras 16 jornadas de la Liga Primera, Sandro cada día se consolida más como un activo imprescindible para el éxito que ha tenido el conjunto que marcha al frente de la clasificación a pocas fechas de la ronda de playoffs.
Más allá de los resultados individuales, su incursión en esta justa representa otra puerta que se abre para el fútbol cubano en la complicada gestión de insertar a sus mejores activos en el extranjero.
El propio jugador está seguro de que todos sus compañeros de la selección cubana pudieran estar jugando fuera, "no tanto en un primer nivel como Europa, pero sí irse superando como se me dio la oportunidad a mí de estar acá", reconoció.
Pero las trabas y polémicas en torno a la contratación de futbolistas antillanos en el exterior, así como la convocatoria a la selección de aquellos que no se encuentran bajo la sombrilla de la Asociación de Fútbol Cubano, es un tema bien debatido desde hace tiempo en la Isla. "Se nos hace complejo, ya que los trámites cuando llegan allá a la Federación tienen que ir al Inder, y de ahí nuevamente a la Federación, entonces se complica y se pone un poco turbio el proceso, y por eso se nos han limitado varios contratos a los futbolistas cubanos", aseveró.
Por ahora, Cutiño se encuentra dentro de ese grupo de privilegiados que puede mostrar su talento en otras latitudes y a la vez seguir vistiendo los colores de Cuba en eventos internacionales.
Su recorrido por la nación más extensa de Centroamérica apenas comienza y todo apunta a que será una aventura de la que, tanto Sandro como el fútbol cubano, pueden sacar enormes dividendos de cara al futuro.