Las Tunas.- La situación de los viales en Las Tunas pasa por tres variables muy claras: la falta de asfalto y otros recursos por años, la ausencia de una estrategia que defina las prioridades de acuerdo con la importancia de las carreteras, y la chapucería en los arreglos, lo más evidente en las semanas recientes.
Hace poco se desarrolló una reunión con la máxima dirección del Partido y el Gobierno en la provincia y los directivos principales de las empresas con responsabilidad en el problema. En ese contexto, el primer secretario de Las Tunas, Manuel Pérez Gallego, fue categórico en la orientación de paralizar todo lo que se está haciendo para comenzar nuevamente, pero sobre la base de un estudio de prioridades, a partir de los pocos suministros que existen.
Si malo es no reparar, peor es hacerlo derrochando recursos por no tener en cuenta la calidad. La chapucería no responde al desconocimiento, sino al descuido, la falta de control, de fiscalización y exigencia. Porque, ¿a quién se le ocurre echar asfalto encima del agua?, preguntaba el gobernador Jaime Chiang Vega. Y sí, pasa, y si sucede es porque la supervisión anda de viaje.
En ese encuentro se mencionaron lugares importantes de esta ciudad que no aguantan más y, sin embargo, no se tienen en cuenta en las rehabilitaciones: las intercepciones de las calles Frank País y Villalón, gran parte de la avenida Carlos J. Fínlay y frente al motel Los Pinos, aledaño al campus Lenin de la Universidad de Las Tunas; la avenida Camilo Cienfuegos, sobre todo, desde Bonachea hasta más allá del servicentro conocido como El Panchito; la Calle 42 que pasa frente al mercado Leningrado y al telecentro TunasVisión, y la circunvalante Sur.
Para culminar un poco más de 100 metros que faltan de esa última ruta que evita el tránsito por la ciudad de equipos pesados, entre la entrada hacia Cuatro Caminos y la Industria Láctea hay que concluir un puente. En esas labores se necesitan varias toneladas de cemento y acero. ¿Por qué no terminar dos de las vías en el tramo donde irá ese puente, que puede esperar por tiempos mejores, y se le da vida a la arteria? Sumado al hecho de aliviar la convivencia de los vecinos que no soportan más el polvo que levantan las gomas de los vehículos.
Al respecto reflexionaban los máximos dirigentes tuneros, porque ahora es factible esa solución. Además, sería prudente escuchar lo dicho por el gobernador: Hay tramos de esa circunvalante que ya están deteriorados y no se acciona allí. Clara muestra de la falta de jerarquía. De tales visiones emanó la indicación de terminar ese trecho y arreglar lo que ya se ha estropeado.
Ahora se cuenta con un poco de asfalto por la recuperación de una planta en las afueras de esta ciudad, que pasó más de 20 años paralizada. Según datos de la Agencia Cubana de Noticias, la Empresa Provincial de Mantenimiento y Construcción tiene a su cargo la ejecución de las labores desde agosto último, mes en que se produjeron mil 150 toneladas, cifra que debía incrementarse sustancialmente en septiembre, a pesar del déficit de combustibles y otros recursos.
La calidad de los trabajos que se ejecuten y la acción en beneficio de zonas prioritarias están sobre la mesa. Esperemos que el reinicio de las reparaciones comiencen con la estrategia necesaria, el control y la exigencia para que todo se haga bien. Lo merecemos.
