Mileydi Crespo Pérez, la reina de las flores.

Las Tunas.- Mileidy Crespo Pérez es una mujer que rebosa alegría y la esparce a su paso, cual estrella fugaz. Ríe y habla, mirando de frente, con valentía innata, sea cual sea el tema. Y lo mejor es que siempre mantiene su jovialidad, aunque los caminos de la vida tengan obstáculos.

“Quien no sueña no tiene derecho a vivir”, sentencia sin temores y eso hace desde que se supo parte del Proyecto de Apoyo a la Intercooperación Agropecuaria (Apocoop). Esta iniciativa llegó a la cooperativa de créditos y servicios Sabino Pupo, del municipio de Amancio, y ella encontró oportunidades para cumplir sus metas.

“Soy una campesina más y me dedico a la vida del campo, criando animales. Pero, después de la familia, lo más importante para mí son las plantas y a ellas he dedicado casi todo el tiempo. Vivo cultivándolas y hoy tengo más de 100 variedades, entre ornamentales y medicinales.

“Dicen que una hereda los ideales y las costumbres de la familia. Precisamente, eso es lo que siempre viví en mi niñez, cuando veía a mi madre dedicar tanta atención a sus jardines. No paso un día sin verlas, sobre todo, las rosas y los adenium”.

En el Kilómetro 6 del sureño territorio, Mileidy es productora de leche y entrega entre 40 y 50 litros cada día. Legalmente no tiene tierras; pero su esposo sí y eso es suficiente para sentirse más útil.

“Con Apocoop he vuelto a llenarme de ilusiones y en mi futuro está la crianza de ganado menor, especialmente carneros. Ya recibí alambre y tejas y me voy a beneficiar con un sistema de riego semiprotegido y otros instrumentos y recursos materiales.

“Pero, lo que más feliz me hace es que podré ampliar mis producciones. Tengo muchas ideas dando vueltas en mi cabeza, porque pretendo sembrar dos hectáreas de rosas. Ya tengo el pie de cría -como les digo- o sea, las plantas madres y luego, todo será más fácil.

“Aspiro a brindarles trabajo a las mujeres de la comunidad. Claro que quisiera beneficiarme económicamente, pero soy partidaria de ayudar a otras féminas. Acá hay pocas opciones de empleo y no todas pueden trabajar en el campo.

Mileydi Crespo Pérez, la reina de las flores.

“Pretendo hacer un punto de venta de flores y elaborar ramos. Por el proyecto recibiré una nevera y nailon para envolver. También se pueden comercializar plantas con sus maceteros. Ahora mismo tengo muchas, acomodadas en un espacio de mi casa”.

Como maga, ella organiza los horarios y da color por donde pasa. No solo son los hijos, el esposo y la nieta, o la casa, los animales y las plantas. También es activa en las tareas de la cooperativa y cumple con responsabilidades en el bloque de la Federación de Mujeres Cubanas.

Cada día es un reto porque intenta aprender de Botánica y de plagas de insectos y enfermedades, se capacita en disímiles temas del sector agropecuario y hasta ha participado en varias ediciones del Fórum de Ciencia y Técnica, con resultados que aplica en su patio El sueño, de Excelencia Nacional de la Agricultura Urbana.

“Avanzo paso a paso y en un futuro no muy lejano verán cuánto ha crecido este paraíso. Agradezco a mi esposo el apoyo y la comprensión pues hemos hecho grandes inversiones. Gracias a él y a mi esfuerzo, en Las Tunas seguiré siendo la reina de las flores”.

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