Las Tunas.- En cada juego de béisbol que vemos nos damos cuenta de que existen muchas señas entre jugadores, coaches, árbitros y directores; gestos van y gestos vienen, pero, en alguna ocasión se han preguntado ¿qué significan? o ¿para qué se usan? Hoy en día los receptores y los mentores son quienes más las utilizan y es así que establecen el tipo de lanzamiento que debe realizar un pícher, o bien cómo debe de pararse el cuadro a la defensiva para impedir que le hagan daño.
La comunicación clara entre lanzador y receptor es de vital importancia para un juego exitoso. Obviamente, no se pueden comunicar verbalmente, por lo tanto, deben hacerlo a través de una serie de señas manuales. La forma más común para que un receptor transmita una señal al lanzador es usando la mano que no lleva guante. Además, tiene siempre que asegurarse que el bateador no esté viendo las señas y estas solo se indican cuando el lanzador está en la lomita.
Los guías de las bases también son imprescindibles, pues deben usar habilidad e ingenio para impedir que el equipo adversario interprete los signos. Esta es la razón por la que siempre parecen tan inquietos sobre las líneas de base, restregándose las manos, secándoselas sobre la ropa, jugando con la gorra o tirando de sus pantalones. Solo uno de estos gestos es la señal, los otros sirven únicamente para confundir al contrario.
Una vista muy aguda es tan esencial para el coach como para el bateador. Debe estar situado para ver la señal dada por el director desde el banquillo y transmitirla a los jugadores. También debe estar atento para notar cualquier cambio de señales del manager.
Pero, ¿quién creó las señas en el béisbol?, ¿con qué objetivo? El primero en hacerlo fue William Ellswhort Hoy, conocido como "Dummy Hoy", quién jugó mil 792 partidos, conectó más de dos mil jits y logró mil 400 carreras en su paso por las Ligas Mayores. Hoy utilizaba el lenguaje de señas para poder jugar al final de los años 1900, pues era sordo desde los tres años de edad, por lo que utilizaba las manos para poder comunicarse con sus compañeros, quienes implementaron un sistema que usaría en los terrenos.
Fueron más de 14 años, en los que dejó algo para recordar y es que, a pesar de que cada equipo modifica las señas a su manera para hacerlas indescifrables para el rival, al final fue él quien llevó una nueva forma de comunicarse al diamante.
