Las Tunas.- Satisfacción y mayor tranquilidad en la batalla contra la Covid-19 embarga a la tunera Odalys Abreu Hechavarría, paciente con tratamiento dialítico que ya recibió la primera dosis del inmunógeno cubano Abdala, y que espera, en esta semana, la administración de la segunda.
"Estoy muy contenta y agradecida de que el país nos haya priorizado y de la atención que recibo en el hospital. Ahora tengo un poco más de tranquilidad ante el peligro de la enfermedad", refiere esta manatiense, quien tiene poco más de tres años como beneficiaria de métodos de terapia de reemplazo renal mediante hemodiálisis.
Al igual que Odalys, otros 123 tuneros pertenecientes a este grupo de riesgo, uno de los más propensos a la evolución desfavorable ante un contagio, fueron inmunizados con Abdala en el servicio habilitado en el hospital Ernesto Guevara y en sus similares en los municipios de Puerto Padre y Amancio.
El doctor Irael Cabrera Morales, nefrólogo y jefe de esta atención de salud en la mayor institución sanitaria de la provincia, explicó que 56 pacientes recibieron allí el antídoto en una jornada que se reportó sin efectos adversos a la vacuna, poseedora de una eficacia demostrada superior al 92 por ciento.
Los próximos días, agregó, "proseguiremos la intervención con las personas sometidas a régimen de hemodiálisis y sumaremos la primera dosis para seis pacientes que en el primer momento estaban a la espera de un resultado de PCR, por ser parte de un control de foco, y no fueron inmunizados en esa oportunidad".
Más adelante, señaló, otros 11 nefrópatas recibirán Soberana Plus, candidato vacunal que eleva la inmunidad de los convalecientes con una sola dosis.
Por su parte, la doctora Maité Rúa Del Toro, farmacóloga al frente de este proceso en el "Guevara", destacó que la inoculación a los nefrópatas se desarrolla en días alternos al tratamiento de hemodiálisis, y está sujeta a un riguroso protocolo sanitario con una hora de observación y vigilancia intensiva, en la que chequean, cada 30 minutos, la frecuencia cardíaca y respiratoria, además de la temperatura.
Asimismo, Cabrera Morales resaltó las acciones diarias de protección a este grupo con alta vulnerabilidad ante la Covid-19, de ahí la pesquisa activa antes de iniciar el tratamiento, el paso por barreras de contención, la desinfección de los cubículos y de los riñones artificiales tras la conclusión de cada turno de trabajo.
"A los familiares también se les explican las medidas en el hogar y durante el traslado hasta el servicio de hemodiálisis. Además, les detallamos los síntomas y hacemos énfasis en que al ser un grupo tan vulnerable deben cuidar de cada medida, pues el hecho de estar vacunados no impide que puedan adquirir la enfermedad. Procuramos al máximo evitar contagios para poder concluir la vacunación con sus tres dosis".
En Las Tunas, un total de 124 pacientes con tratamiento dialítico, ya recibieron la primera dosis de Abdala, vacuna que también ha llegado hasta el hombro de más de 300 personas consideradas parte de los grupos de riesgo, como los residentes de larga estadía en el hospital psiquiátrico Clodomira Acosta Ferrals y en los dos centros médicos psicopedagógicos de la provincia.
A su vez, esta semana, se prevé el inicio de la inmunización de los 473 abuelos con estancia permanente en los nueve hogares de ancianos de la provincia, quienes hace unos meses recibieron dos administraciones de Biomodulina T para la estimulación del sistema inmune, entre otros beneficios.
