Las Tunas.- El Programa de Construcción de Viviendas en el municipio de Las Tunas tiene insuficiencias desde su concepción, que le impiden un cumplimiento medianamente exitoso, con obras que muchas veces no tienen calidad, lo cual es una falta de respeto a la población.
Así lo afirmó Valdés Menéndez en una reunión con las máximas autoridades de la provincia y otros directivos responsabilizados con el asunto, en la que aseguró que se incumple con la orientación del Presidente cubano de terminar diariamente una vivienda por municipio.
Señaló como negativo la mala calidad de los materiales de construcción que se producen localmente, en los casos en que los fabrican, porque tampoco se desarrolla esa actividad como debiera. Indicó que los domicilios han de hacerse de ladrillo y sin acero, y es necesario fiscalizar y exigir por la cultura del detalle en cada inmueble.
“Demos pasos rápidos, construyamos con lo que tenemos, de la manera tradicional, y bien, basados en la experiencia de que antes las casas se edificaban de esa manera y perduran a través de los años, lo que demuestra que se puede hacer y con éxito”.
De acuerdo con las valoraciones del vice primer ministro, el plan de viviendas de la demarcación cabecera se concibió con muchas deficiencias y convocó a conformar microbrigadas sociales para materializar los compromisos constructivos en los consejos populares y los barrios.
Llamó la atención sobre la escasez de cemento y acero, y cómo, sin embargo, se observan casas construidas de manera sobredimensionada. Se preguntó por qué esos recursos no se utilizan para hacer las células básicas habitacionales, destinadas a la gente de menos ingresos.
Para el 2023, la provincia debe entregar mil 86 moradas, de las cuales 400 son a partir de gestiones propias de la población, 404 por la vía estatal y 282 subsidios. Para honrar esa cifra es preciso eliminar las deficiencias presentadas en el 2022.
