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Las Tunas.- A sus 28 años de edad, ya Frank Enrique Romero Rodríguez acumula 10 de experiencia como delegado de la Circunscripción 129, del Consejo Popular uno, en Las Tunas, tarea que le ha impuesto crecerse como vecino, profesional y ser humano, en aras de servirle siempre a su comunidad.

Basta ver las redes sociales de este joven para percatarse de lo ajetreada que es su vida cotidiana, pues casi siempre deja evidencia de las acciones que desarrolla como delegado, responsabilidad que asumió tras ser electo en un proceso especial en el año 2012, con solo 16 años.

Romero Rodríguez comentó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que nunca imaginó que su vecindario depositara tanta confianza en él, porque siempre vio a la figura del delegado como el gobierno en la comunidad, y por tanto le corresponde atender de forma sistemática y sensible los reclamos de sus electores.

Aunque su labor fue interrumpida por el cumplimiento del servicio militar activo, Frank Enrique resultó electo para continuar con esta misión que va desde la realización de los procesos de rendiciones de cuenta, hasta el conocimiento pleno de la comunidad, el trabajo social con las familias en situaciones de vulnerabilidad y una caracterización bien minuciosa del área que se gobierna.

Siempre trato de escuchar, orientar o tramitar las preocupaciones de mis electores, pues muchas personas ven al delegado como un agente administrativo y esperan que dispongamos de todos los recursos que a veces quisiéramos gestionar y eso no es posible en estos momentos, pero lo que sí no puede faltar es la conciencia y el humanismo a la hora de recibir algún planteamiento, puntualizó.

Para ser delegado hay que estar junto a la gente -agregó-, de sus preocupaciones, para que a pesar de las limitaciones económicas concretas que aquejan al país, sientan el acompañamiento y la intención de buscar soluciones a sus problemas.

Frank Enrique habló de la etapa de enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2 como un período escuela; la covid-19 nos enseñó a trabajar más y mejor porque nos obligó a ir al detalle, casa por casa, persona por persona, para atender las demandas de cada quien en medio de la compleja situación epidemiológica que impuso la pandemia, subrayó.

El joven delegado trata de llevarlo todo al día para que no se acumulen tareas pendientes, un engranaje en el que tiene su responsabilidad el Grupo de Trabajo Comunitario Integrado.

Lo que se percibe a través de sus redes sociales como delegado de circunscripción es solo una parte de su vida, la otra es su función como director del instituto politécnico de economía y los servicios Conrado Benítez, en esta ciudad.

"Asumir el cargo de dirección de este centro educativo en un inicio me alejó un poco de la comunidad; por eso tuve que organizar los despachos con los electores los domingos en las tardes, y en las noches me dedico a recorrer el vecindario y, sobre todo, a conversar mucho con sus protagonistas".

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