Las Tunas.- Por estos días, la Empresa Integral Agropecuaria (EIA) de la provincia de Las Tunas se convierte en el primer polo exportador del territorio y así concreta un sueño acariciado durante largos meses y que exigió intensas jornadas de preparación del expediente y también en el terreno, en la parte productiva.
A juicio de Alberto González Hernández, director general de la entidad, todavía queda mucho camino por recorrer en el empeño de ser útiles; pero la participación en la XXXVIII edición de la Feria Internacional de La Habana (Fihav 2022) se convierte en una gran oportunidad.
“Fihav 2022 es un paso importante para lograr la internacionalización de Agroint, que es nuestra marca comercial y la empresa avanza de manera resuelta en la creación de las condiciones para convertirse en el centro del polo exportador del territorio tunero.
“En el marco de la Feria se hará el lanzamiento de la entidad al comercio exterior, aunque ya se han estado vendiendo varios productos con ese destino, especialmente el carbón vegetal, un renglón consolidado desde hace algún tiempo”.
Precisamente con el carbón, la EIA desarrolla un proceso de ajuste, pues siempre se comercializó como materia prima y ahora se pretende su expendio como producto, por lo que se crean condiciones en los centros de beneficio y en lo referido al envase y embalaje.
“En los próximos meses lo venderemos en formatos pequeños de uno y tres kilogramos y, de manera excepcional, en sobres de 10 y 15 kilogramos, sobre todo, el carbón canelino (fabricado con ramas de marabú) y que se clasifica de primera calidad.
“Para el resto del producto, estamos en fase de montaje de tres industrias que se dedicarán a la elaboración de briquetas y se sumarán a una pequeña fábrica en la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Cuba Va, del municipio de Majibacoa. Esas producciones se comercializan en el mercado interno con excelente aceptación.
“Se están montando en Puerto Padre, 'Jesús Menéndez' y 'Colombia' y entre todas podremos producir 1,5 toneladas diarias. También se pretende echar a andar una planta de carbón activado, lo que sería en una tercera etapa para consolidar a ese renglón como producto líder”.
Por fortuna, en la EIA ampliaron las posibles exportaciones y organizaron los primeros envíos hacia el mercado canadiense mediante un contrato de intermediación con Cítricos Caribe, una exportadora que cuenta con significativa experiencia.
“Como proceso previo, hicimos un trabajo de terreno con un grupo de productores y los especialistas de Sanidad Vegetal para incorporar productos frescos. Entre ellos se encuentran el plátano burro, níspero, ají picante o chile habanero, aguacate, coco y limón persa. Luego pensamos trabajar con el boniato rojo, la fruta bomba y la calabaza”.
De igual manera, la empresa desarrolla un proyecto con la Universidad de Las Tunas para el montaje de una planta de deshidratación de frutas y vegetales, que se instalará en los alrededores del centro de beneficio y que aprovechará los productos que no clasifiquen para la comercialización en el extranjero.
“La idea es más abarcadora porque queremos llevar esas plantas hasta las fincas de los productores para hacer el proceso allá. Eso nos pondría en mejores condiciones para el consumo de todas las frutas y hortalizas; incluso, en picos de cosecha.
“En ocasiones la industria nacional no tiene capacidad para asimilar grandes volúmenes de productos y con el deshidratado se garantiza no perderlos en el campo por falta de compradores u otras limitaciones. Luego pueden venderse en el mercado interno o foráneo”.
