Las Tunas.- En la provincia de Las Tunas se volvió a sembrar papa a gran escala; y el hecho en sí llena de orgullo a sus protagonistas -agricultores y especialistas- y de esperanzas a la población porque, si los resultados son favorables, pudiera decidirse incrementar las áreas para próximas campañas.
La última vez que se cosechó el tubérculo de manera masiva en estas tierras fue en el año 2005. No obstante, es preciso destacar que desde el 2022 se desarrolla un programa de siembra del renglón con métodos agroecológicos, mediante el uso de materia orgánica y biofertilizantes.
Zonas como El Palenque, La Torcaza, El Mijial, La Veguita, Velasco 20 y La Yolanda guardan una rica historia en el renglón y en ellas se recogían entre 14 y 16 toneladas (t) por hectárea (ha), pero en Gayol se acopiaban hasta 28 t por ha.
Por los bajos rendimientos generales, se decidió destinar los escasos recursos a áreas con condiciones climáticas más apropiadas. Dos décadas después surgen nuevas oportunidades para el territorio tunero que ahora cultiva 40 ha, 5 en "Jesús Menéndez" y 35 en Puerto Padre.
En este último municipio hay potencialidades para, en un futuro, triplicar esa superficie. Así lo explicó Ulises Vega Balbuena, especialista en Cultivos Varios de la Delegación del Ministerio de la Agricultura en el norteño territorio, quien agregó que esta campaña es un reto enorme.
"Retomamos el cultivo de la papa con un número reducido de productores y 35 ha; pero de los resultados que tengamos dependerán las posibilidades de incrementar para el próximo año, de modo que se pueda vender a cada consumidor mayor cantidad de libras.
"Hay más de 50 productores que tienen todas las condiciones, el conocimiento y el interés de sembrar. Yo pienso que, con las nuevas formas de comercialización que hay en el país, se puede poner el paquete a los productores como se hizo ahora, sin intermediarios.
"Faltan muy pocos días para la cosecha, que será a inicios de abril, y a simple vista se aprecian el vigor y las buenas condiciones que tienen las plantas".
Enerio Hernández Ojeda, productor de avanzada de la zona de Gayol, en Vázquez, se atrevió a mucho en esta oportunidad, luego de experimentar con el cultivo de papa agroecológica, una alternativa que impulsó la estación experimental de pastos y forrajes Indio Hatuey, de la provincia de Matanzas.
Dedicó 30 ha al tubérculo y el estado de las plantaciones refleja los muchos cuidados que han recibido desde el primer contacto de las semillas con el suelo; incluso, mucho antes porque primero fue necesario roturar la tierra, nutrirla y humedecerla.
"Recibimos el ciento por ciento de los recursos que integran el paquete tecnológico, incluyendo una semilla de primera calidad, y afortunadamente se ha podido mantener estable el riego porque hay reservas de agua y lo hacemos a cualquier hora del día o la madrugada, cuando tengamos corriente.
"El plan de nosotros es de 20 t, aunque es posible que se logren unas 25 t por ha. Es un cultivo muy exigente, de muchas labores, y hay que cuidarlo como si fuera un niño pequeño, cumpliendo cada una de las atenciones en el momento que corresponde.
"Yo pienso que podemos extendernos con más terreno para la siembra de papas y sería un beneficio para la provincia. Es verdad que hay que darle una buena preparación al suelo y dedicarles el mayor tiempo posible a los sembrados, pero se pueden lograr rendimientos satisfactorios".
En el territorio crecen tubérculos de semillas procedentes de Holanda, de las variedades Spunta, Alouette, Farida y Burren, y a todas las áreas se les garantizan los recursos materiales que requieren para tener buen desarrollo vegetativo y abundantes frutos. En pocos días se evaluará si vale la pena o no seguir sembrándolos.